miércoles, 23 de octubre de 2013

Surrealistas antes del Surrealismo


SURREALISTAS ANTES DEL SURREALISMO.

LA FANTASÍA Y LO FANTÁSTICO EN LA ESTAMPA, EL DIBUJO Y LA FOTOGRAFÍA.l

Fundación Juan March

Del 4 de octubre al al 12 de enero 2014

La muestra, organizada por la Fundación Juan March en colaboración con el Germanisches Nationalmuseum de Nuremberg, exhibe una selección de más de 200 obras de arte gráfico ( dibujos, estampas, fotografías, revistas y libros)desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XX. Comisariada por Yasmin Doosry, Directora del Gabinete de Obra Gráfica del museo alemán, pretende mostrarnos los antecedentes del movimiento surrealista, el ismo de las vanguardias que más impacto ha tenido en el siglo pasado.

“El vicio llamado Surrealismo consiste en el uso desordenado y pasional del estupefaciente imagen” (Louis Aragon).  La imagen es el epicentro de esta exposición, en la que una sucesión de imágenes, agrupadas en once secciones diferentes, nos aportan las claves de la iconografía surrealista. Puede resultar excesivamente larga ya que la exhibición de obra gráfica, sobre todo si no se alterna con otros géneros como la pintura, cae fácilmente en la monotonía. Grandes nombres de la Historia del Arte como Goya, Picasso y Dalí se exponen junto a artistas más desconocidos pertenecientes al ámbito francés y sobre todo germano como Goltius, Schön y Zündt, entre otros, ofreciendo al espectador una original simbiosis.

En los años 40 el MOMA de Nueva York ya reunió en la exhibición Fantastic Art, Dada, Surrealism de la mano de Alfred H. Barr a los precursores del surrealismo, entre los que figuraban pintores enigmáticos de la talla de El Bosco y Arcimboldo. Este último es emulado en la muestra por su coetáneo, el grabador alemán Göding el Viejo en las conocidas teste composte , que a base de frutas y flores representan la serie de los Cuatro Elementos, que fue realizada previamente por el italiano en el XVI.

De gran impacto visual es la secuencia titulada “El ojo interior”. Reproduce el misterio evocado por lo visible y lo invisible (René Magritte), que se apoya en la siguiente afirmación del Manifiesto Surrealista: “el ojo en estado natural no ve tanto el mundo exterior visible, sino más bien lo invisible”. También es el omnipresente ojo vigilante que todo lo ve y nos acecha e inspirador del modelo carcelario del Panóptico que Foucault ensalza en su obra.

La sección Espacios mágicos reproduce las enigmáticas vistas romanas grabadas por Piranesi en el XVIII, que entonces eran compradas compulsivamente por los viajeros del Grand Tour y que hicieron del artista no sólo precursor de los surrealistas sino también de las postales fotográficas que hoy en día conocemos. También se exhiben lugares insólitos, descontextualizados como los representados por Giorgio de Chirico y la española Maruja Mallo. El mismo montaje de la sala, con hamacas mexicanas colgando del techo, huye del espacio convencional aplicando así los preceptos surrealistas que Duchamp instauró al cubrir el plafón de la Exposición Internacional del Surrealismo del año 38 con sacos de carbón.

El cuerpo humano merece una atención especial; como ejemplo la foto La caída de los cuerpos de Pierre Boucher, en la que una enmarañada escena de cuerpos entrecruzados es mostrada desde una perspectiva aérea y Man Ray donde la pulsión sexual es sugerida de manera muy explícita en Mr y Mrs Goodman, mediante las posturas de dos muñecos articulados. Más evocador es El enigma de Isadora Ducasse, donde un saco de arpillera cubre lo que se supone son cuerpos, abriendo paso a la imaginación.

No faltan en la muestra las referencias a la muerte, “una sociedad secreta en la que el surrealismo os introducirá” (André Breton) y fantasmagorías, en las que artistas del siglo pasado como Benjamin Palencia y James Ensor y otros como Jacques Callot, uno de los grandes maestros de la estampa del siglo XVII y el mismo Goya con su estampa El sueño de la razón produce monstruos, nos anticipan la fundamentación onírica de los surrealistas.

“Para ellos, el sueño es lo que podríamos llamar la otra mitad de la vida, un plano de experiencia diferente al de la vida consciente, cuyo conocimiento y liberación incide de modo especial en el enriquecimiento y ampliación del psiquismo, que constituye su objetivo principal” (José Jiménez).

Marina López de Haro

No hay comentarios:

Publicar un comentario